Cuando es adolescente, Esperanza y su familia se trasladan a Mango Street, en un barrio hispano en las afueras de Chicago. La casa nueva, a pesar de suponer una mejora, no es, ni mucho menos, la casa donde ella querría vivir, y Esperanza se pasa el día soñando en el momento en que podrá tener una casa propia. Las conversaciones y discusiones con su hermana pequeña y sus amigas, las anécdotas de los vecinos y vecinas del barrio y la curiosidad por el sexo y el amor forman parte de la educación sentimental de esta adolescente soñadora que luchará para empoderarse y por la libertad de elegir su propio futuro.

Luminosa y vital, celebrada por la crítica, traducida además de veinte lenguas y estimada por lectores de todas las edades, La casa de Mango Street ha acontecido todo un clásico contemporáneo, una historia llena de vida y sentido del humor con unos personajes que se escapan de las páginas y resuenan mucho más allá de la lectura.