Amos McGee es una persona atenta con él y con los demás, atenta a los detalles, que valora lo que tiene de importante cada rato vivido. Cada día madruga y sigue su propia rutina: se viste, desayuna, sale a la calle, espera el autobús para ir a trabajar al zoo. Siempre tiene mucho trabajo, pero siempre encuentra tiempo para compartir con sus amigos, los animales del zoo. Y se adapta a cada uno de los animales dedicando su tiempo a la actividad que sabe que más le gusta al animal. Con el elefante juega al ajedrez tranquilamente, con la tortuga hace carreras que él siempre pierde, con el pingüino comparte el silencio de la timidez, al rinoceronte le acerca un pañuelo porque está resfriado, al búho le lee cuentos al anochecer, porque tiene miedo de la oscuridad. Un día Amos se pone enfermo. En el zoo lo echan de menos muchísimo. Los animales deciden visitarlo y comparten con él toda la bondad que él les ha regalado anteriormente.

Tanto la edición como el texto y la imagen de este libro están trabajados de manera cuidadosa y muy atenta a los detalles. La ilustradora ha grabado planchas de madera con las que ha estampado el color en el papel, luego ha dibujado a lápiz sobre el color para definir los gestos de cada cara, las líneas de cada cuerpo...

Este álbum ilustrado es una pequeña joya que leeréis muchísimas veces. En cada nueva lectura centraréis la atención en elementos diferentes que os emocionarán, como el gesto de Amos, "que tenía mucho trabajo en el zoológico, pero siempre se daba tiempo para visitar a sus amigos", lleno de bondad mientras lee libros al búho, lleno de alegría cuando ve llegar a la meta a la tortuga que lo gana siempre en las carreras, lleno de agradecimiento cuando el rinoceronte le acerca un pañuelo al verlo estornudar.