En una familia de osos, tres hijos dudan de ellos mismos. Cada oso se compara con sus hermanos y se pregunta por qué le quieren sus padres si él no es el mayor, si no tiene manchas como los demás, etc. Los adultos resuelven las dudas de los ositos cuando explican a cada uno de ellos qué cualidades lo hacen único y especial. Entonces, ningún osito tiene la necesidad de compararse con sus hermanos y los celos desaparecen de golpe.
Este libro trabaja los celos con un enfoque positivo, centrando la atención en la singularidad de cada niño, consiguiendo que no sientan la necesidad de compararse con los demás para valorarse, ya que les da herramientas para que encuentren en sí mismos las cualidades que los hacen únicos y especiales.
La ternura que transmiten las ilustraciones a lápiz y acuarela de Anita Jeram ayuda transmitir el mensaje de aceptación y de estima del adulto al niño que proponen los textos de Sam McBratney en el libro, tal como ocurre en Adivina cuánto te quiero, del mismo tándem de autores.
Una gran historia sobre un pequeño renacuajo: sobre crecer y dar un salto hacia la vida.