Al ver el libro, lo primero que llama la atención es el pez Arcoiris: entre las escamas de colores, rojas, azules, verdes..., tiene otras muy distintas, porque están impresas con una tinta metálica plateada que las convierte en tornasoladas según cómo se refleja en ellas la luz. El pez Arcoiris es el pez más hermoso del océano. Sus escamas tornasoladas proyectan mil colores. El pez Arcoiris se sabe el más hermoso y es vanidoso. Esa actitud provoca que sus amigos se alejen de él.

La soledad lleva al peix Irisat a reflexionar y buscar ayuda, que encuentra en las palabras del pulpo Octopus, quien le hará descubrir dónde está el problema (en la vanidad) y cómo puede resolverlo (con generosidad). Cuando el pez Arcoiris se desprende de una escama tornasolada para dársela a otro pez, descubre un nuevo sentimiento muy placentero en su interior. Es el inicio de la felicidad. A medida que se muestra más desprendido con los demás, se siente más fácilmente aceptado, está cada vez más a gusto con los otros peces y el sentimiento alegre se contagia.

Esta historia de Macus Pfister da qué pensar a los niños. Podréis hablar con ellos del concepto de uno mismo y de la relación del individuo con el grupo. La autoestima y la convivencia son los grandes aprendizajes que Pfister trabaja a través del valor de la generosidad en El pez Arcoiris.